(ventana de la barca de piedra, El Quisco, una mañana de
noviembre
del 2007)
La casa huele a flores
Por la ventana del cuarto viene una ola perfecta
un dardo azul estalla
sal y jazmines del cabo
Desde las sombras
el gran àngel enlaza a mi cintura
llanuras extensas
altas serranìas
Cierro los ojos y observo
la amplitud del mundo
en esta entrega
El ruido del mar pardadea
roncos violines
y son sus estertores
los mios
Abajo
lo sè
lo presiento:
Gitanas
alrededor de la hoguera
declaman salmos antiguos
multiplican peces
conjuran al amor
en la hermandad del agua.
(Cristina Larco)
viernes, 30 de mayo de 2008
"LO SECRETO " DE MARÌA LUISA
(fotografìa sr.Angellotti)
Sé muchas cosas que nadie sabe. Conozco del mar, de la tierra y del cielo infinidad de secretos pequeños y mágicos. Esta vez, sin embargo, no contaré sino del mar.
Aguas abajo, más abajo de la honda y densa zona de tinieblas, el océano vuelve a iluminarse. Una luz dorada brota de gigantescas esponjas, refulgentes y amarillas como soles. Toda clase de plantas y de seres helados viven allí sumidos en esa luz de estío glacial, eterno... Actinias verdes y rojas se aprietan en anchos prados a los que se entrelazan las transparentes medusas que no rompieran aún sus amarras para emprender por los mares su destino errabundo. Duros corrales blancos se enmarañan en matorrales estáticos por donde se escurren peces de un terciopelo sombrío que se abren y cierran blandamente, como flores. (marìa luisa bombal)
Sé muchas cosas que nadie sabe. Conozco del mar, de la tierra y del cielo infinidad de secretos pequeños y mágicos. Esta vez, sin embargo, no contaré sino del mar.
Aguas abajo, más abajo de la honda y densa zona de tinieblas, el océano vuelve a iluminarse. Una luz dorada brota de gigantescas esponjas, refulgentes y amarillas como soles. Toda clase de plantas y de seres helados viven allí sumidos en esa luz de estío glacial, eterno... Actinias verdes y rojas se aprietan en anchos prados a los que se entrelazan las transparentes medusas que no rompieran aún sus amarras para emprender por los mares su destino errabundo. Duros corrales blancos se enmarañan en matorrales estáticos por donde se escurren peces de un terciopelo sombrío que se abren y cierran blandamente, como flores. (marìa luisa bombal)
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Figuras inolvidables,
prosa poética
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