martes, 4 de septiembre de 2007
SEPTIEMBRE-
Aún de espaldas podía oir aquella música en la oscuridad, presentía nostalgias de la pianista, la alegría de sus dedos al pulsar las teclas, los plumajes en el salón de una ancestral infancia, suya , mía, de todos
La música inundaba en torrentes la casa, se metía en los rincones. Esa casa era yo como después de un sueño, abriendo mis ventanas.
Luz inversa al flujo musical, remontando el espacio del romántico cuarto
Afuera el monte y sus laderas suaves, los arcos de flores, fuegos de artificio en el pueblo, la puerta del hogar engalanada con coronas de retamas y estas inmensas ganas de volar.
Repicando como un tibio campanario, música, luz, y en mi alma los antiguos versos de sor Juana:
Llegó, en efecto, el sol cerrando el giro ..........
de orden distributivo, repartiendo
iba, y restituyendo
entera a los sentidos exteriores
su operación, quedando a luz más cierta
el mundo iluminado, y yo despierta
Y YO DESPIERTA............
(Casa do Monte- Barcelos - Portugal -2006)
Cristina Larco
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