sábado, 21 de julio de 2007

EN LA BARCA DE PIEDRA


MARTA CRISTINA RAMALLO. En vecino mar de Isla negra. El QUISCO y su gran barca de piedra.
noviembre del 2006
"MUJER EN EL SALAR DE PEDERNALES"

( óleo Cristina Larco)
SALAR
(para Alejandra Pizarnik)


Petrificada cuelgo
me anida un pez de fuego

Se me acusa de haber cogido con la noche
de esconder entre las sábanas
su lámpara de aceite
¡ah santidad de óleos! alquimia
en las hogueras del frío
no dejes de poblar mi lejanía

al otro lado del espejo la mujer de Loth
ataviada de lilas ebria de sal me mira
soy yo o ella misma

ojo en la muerte
dedo en la llaga
llaga en la vida

¡soy yo alejandra!
¡sós vos y me mirás!

Porque la libertad en el árbol
en que cuelgo
es inmolarse
Dejarse crecer vientos
en todos los rincones
en todas las orillas
tener por norte
el estallido de parinas
y un pez anaranjado en la memoria.

escrito por Cristina Larco


AHORA ESCRIBO

AHORA ESCRIBO

Ahora escribo Petroglifos Escribo
con arcilla a los que vienen
Ahora que oscuras manos entierran palas
en los huesos de mis dioses quebrados cartílagos.
Escribo en las arenas ramaje extenso
para dar que tengo tierra y palabra
Escribo bajo el cielo azul cobalto
bajo el cielo que nos queda
Escribo con tu tacto temporero en el racimo
de las uvas transversales
Pirquinero descubriste la salada azucena
la azucena oscura en Pedernales
ahora quema navíos
Pescador todavía hundes redes
para ver a contraluz y no sabes no conoces
la desnuda solidez de mis mareas.
Trashumante me mediste con tu métrica de espanto
de alambradas y abandono me sembraste
Soy desierto no me doblega
tu cópula de lluvia pasión de principiante
Meretriz del cosmos me poseen astros
me han nacido lunas me brotan metales
Soy desierto llevo ocre y ausencia en las espaldas
azufrados manantiales en el beso
Allí donde el olvido enarbola su miseria
tengo abierto llanos de paciencia abrí esperas
por la vida que en cada muerte vigila
por la piedra que pusiste en la apacheta
por las flores de papel en los caminos
y en memoria de lo mínimo que diste
de lo poco que nos queda
como ofrenda a los que vienen
Soy desierto ahora escribo

CRISTINA LARCO




PEDERNALES: SALAR DE LA REGIÓN DE ATACAMA
APACHETA: Altar en donde los viajeros dejan ofrendas a la pacha mama. Se dejan piedras para que el camino resulte leve y como reciprocidad para los viajeros que vendrán, monedas, agua o alimentos